lunes, 12 de diciembre de 2016

Crónica de la charla de Claudia Piñeiro en Burzaco.

El sábado 08 de octubre, se concretó la esperada charla de la reconocida y destacada escritora, Claudia Piñeiro, en el Club de Burzaco.

Se desarrolló a modo de entrevista pública, y fue organizada por este grupo de vecinos, en el marco del Proyecto narrativo que estamos llevando adelante, y por el Club de Burzaco como un adelanto de los festejos por el centenario que cumplirá el año entrante. (Ver Memoria Colectiva...)

Este evento literario -que esperamos sea el primero de varios- tuvo entrada libre y gratuita, aunque con el aporte de un alimento no perecedero para ser donado a un comedor. En esta oportunidad se eligió como beneficiario el merendero que lleva adelante el "Centro Cultural Las Cavas (Alte Brown), del colectivo de trabajo de Reciclado "Las Cavas" (del FOL).

La cita era a las 17.00 horas en el antiguo salón de reuniones del club. Con las sillas y mesas dispuestas para que los concurrentes además de disfrutar de la charla pudieran tomar un café, té, o degustar algunas de las exquisiteces dulces que preparan en el bar.

Puntualmente comenzó a llegar el público.  Las primeras, fueron las socias de la institución que en su mayoría conocían a la escritora desde niña; porque el lugar elegido para este encuentro no fue al azar.

Hasta ahora no había mencionado (al menos, no en estas líneas) que Claudia Piñeiro nació en Burzaco en 1960, y vivió en nuestra ciudad hasta los 26 años. Y el club de Burzaco -o "el social", como también se lo conoce- era de los lugares frecuentes a los que asistía ella y su familia. Es, además, uno de los escenarios donde transcurre algunos de los pasajes de su novela "Un comunista en calzoncillos".

Para la escritora fue un volver a sus "pagos", a sus calles, a reencontrarse con buena parte de las personas y lugares que acompañaron su infancia y juventud.

Claudia Piñeiro llegó unos quince minutos después de las 17 horas junto a su pareja, el Dr. Ricardo Gil Lavedra; luego de dejar su donación de un alimento no perecedero fue recibida afectuosamente por sus antiguas compañeras del club, que también lo eran del barrio. Con ellas -y parte integrante de la comisión directiva- recorrieron las instalaciones para seguramente revivir, aunque más no sea por unos minutos, los recuerdos que ese lugar les transmitían.

Foto del twitter de Claudia Piñeiro

Mientras tanto, en el salón  seguíamos recibiendo visitantes -y donaciones- y, en poco tiempo, se ocuparon las sillas disponibles. Más de 50 personas esperaban escuchar a la destacada escritora. Pasadas las  17.30 horas dimos comienzo a la entrevista.



"Las viudas de los jueves" fue el comienzo.

Si bien  sería una entrevista con la participación activa del público, a quién esto escribe le tocó el honor de iniciarla y, de alguna manera, coordinarla.

Y a modo de introducción decidí contar como llegó a mis manos su primer libro...con prejuicio incluido. Fue precisamente "La viuda de los jueves". Lo encontré en la biblioteca de mi hermana. Su título y algunas palabras aisladas de la contratapa, no sé porqué, me indujeron a pensar que se trataba de "una novela coral"; y pensé: "si es coral será romántica y si es romántica... es para mujeres". Un prejuicio que muchos lectores tenemos, confieso. Por suerte no me detuve en esa precipitada y errónea conclusión.  Seguí por la crítica del jurado (nada más y nada menos que José Saramago, Rosa Montero y Eduardo Belgrano Rawson) que de alguna forma me convencieron de leerlo. Desde ese preciso momento el "universo Piñeiro" me atrapó y comencé a explorarlo, leyendo sus otras novelas. Hoy, pienso que si me hubiera llevado por ese estúpido prejuicio, de ¡cuánto disfrute me hubiera perdido!.

"Elena Sabe"(Alfaguara.Clarín 2007), fue la siguiente novela que llegó a mis manos. Recuerdo muy bien que yo estaba en el andén de la estación de Burzaco cuando comencé a leerla.  Apenas iniciada me llamó la atención los nombres de las calles que la protagonista tenía que atravesar para llegar a la estación del ferrocarril: "Lupo, Moreno, 25 de Mayo, Roca...". Volví a leer. ¡Estas calles me suenan!-pensé-....No había dudas: -¡Estas calles son de Burzaco!, me dije;  y levanté la vista como buscando a Elena entre las personas del andén. Definitivamente su autora debía tener alguna relación con nuestra ciudad; pero en la solapa, donde figuraban algunos datos de su biografía, solo decía "nació en el gran Buenos Aires".



Habré leído la novela entre el viaje de ida y vuelta al trabajo. Y poco más. Es la historia de una señora mayor (Elena), viuda, que convive con su hija (Rita), soltera, a quién la etapa de la maternidad le pasó de largo, en buena medida, acompañando a su madre. Una mañana, Rita aparece ahorcada en el campanario de la Iglesia. Para la policía fue un suicidio pero para Elena fue un asesinato y como la justicia no considera su hipótesis, ella se dispone a demostrarla. Para ello, Elena recurre a encontrar a una antigua conocida de su hija, que estaría residiendo en Capital, en el barrio de Belgrano. Pero ese viaje a Capital, que para cualquiera no es un complicación en absoluto (salvo cuando el Roca no funciona!), para la protagonista no es tarea fácil porque sufre Parkison y debe esperar a los efectos de la medicación para poder moverse. Claudia Piñeiro, además de generar cierta intriga, describe con crudeza pero con precisión los padecimientos de Elena. Y su autora, comentó en la charla, conoce muy bien las consecuencias del Parkison en el cuerpo, porque su madre lo padeció; sin embargo, su mamá -a la que la mayoría de las concurrentes habían conocido y recordaban con mucho cariño- tenía un carácter muy especial que no evitaba que la sufriera pero parecía hacerla más llevadera.

Y con "Elena Sabe" comenzamos a hablar de Burzaco.

Luego fue el turno de "Un Comunista en Calzoncillos (Alfaguara, 2013), su novela más autobiográfica; aunque -como ella advierte- no todo lo allí relatado ocurrió tal cual lo recuerda,  valiéndose de la ficción para algunos pasajes de historia. Historia que transcurre en Burzaco porque habla de ella (y ella habla en primera persona), y cuenta de  su relación con su padre. Y la de éste con su familia, los vecinos y con un círculo social de un barrio del conurbano, en los años 70; más específicamente en los primeros meses del 76, previo al derrocamiento del gobierno de María Estela Martínez de Perón, y los primeros meses de la dictadura. Pero los recuerdos también van hacia el pasado, las veces necesarias para poder contar sobre los orígenes de su familia, sus abuelos y su madre, además de su padre. Pero éste es el personaje principal.



¿Por qué un comunista el calzoncillos?. Porque Gurmesindo -conocido en el barrio como Gumer-, un español que vino de La Coruña a los 4 años, se decía comunista, sin embargo no militaba (ni lo había hecho en su vida). Lo más cercano a ésto había sido su puesto como delegado gremial en una empresa, Pero tampoco sus convicciones eran tan fieles a la doctrina del comunismo; parecía, más bien, que él encontraba en esto una manera de diferenciarse de las personas que lo rodeaban; una sociedad de clase media en la que la niña trataba de mantenerse, sociedad que integraban sus amigas  a las que nunca les contaba las ideas de su padre, y mucho menos en ese convulsionado año.

Y su padre tenía otra particularidad: en la privacidad de su casa acostumbraba a estar en calzoncillos. Esa conjunción de sus ideas y de formas, que convivían en el interior del hogar, fue lo que terminó por darle el nombre a la novela.

En el libro se menciona distintos escenarios de Burzaco: el colegio (San José), el club de Burzaco (el social, uno de los principales), la plaza Manuel Belgrano, el Monumento a la Bandera y muy especialmente el Ombú de dicha plaza, a la que le dedica un párrafo muy bello que, para quién esto escribe, es uno (sino el único) de los más lindos homenajes a este añoso ejemplar,  acaso más antiguo que el propio monumento...y que la propia plaza.

Y me tomé el atrevimiento de leer dicho párrafo al público asistente, y con el mismo atrevimiento, lo transcribo.

"...Porque para mí lo que definía esa plaza no era el Monumento a la Bandera sino el ombú. Un ombú que estaba más cerca de la Parroquia de la Inmaculada Concepción que de la Escuela Número 3, desde mucho antes de que se pusiera esa piedra fundamental. Nunca vi un ombú semejante en ninguna otra parte del mundo, tampoco después de aquel verano. Sus ramas definían los mejores recorridos para treparse. En su rugosidad y aspereza se notaba la cantidad de años que tenía, y sus hojas eran de un verde mucho más intenso que el de los otros árboles. Uno de sus brazos, el más grande, dibujaba un asiento perfecto. Había que esperar turno par usar ese asiento vivo porque cada chico que se trepaba quería permanecer allí el rato suficiente como para sentirlo suyo. Mientras yo jugaba en el ombú, no era necesario mirar al monumento ni a los cóndores. Ni pensar en la patria, ni en el himno, ni en las batallas, ni en los soldados, ni el temple oculto detrás de las puertas de hierro. Ni siquiera en la bandera. 

Mi patria era ésa, el ombú de la plaza."

El Ombú de la plaza Manuel Belgrano. (Foto Juan P. Gómez)
Al abordar esta novela -que recomendamos muy especialmente a los vecinos de nuestro partido-, el público se fue animando a preguntar. Convengamos que Claudia Piñeiro tiene un feeling muy especial con sus lectores y una locuacidad  -pero a la vez sencillez en sus conceptos- que conecta inmediatamente con la gente.

Y dimos finalizada la charla sobre la bibliografía, con su último trabajo: "Una suerte pequeña" (Alfaguara, 2015), otra novela que transcurre en la zona sur del conurbano. En Temperley.  La vida  de María Elena Pujol, esposa y madre en una familia de clase media acomodada, cambia un día drásticamente luego de un accidente en las vías del tren. Ciertos acontecimientos que suceden al hecho la lleva a huir a EEUU; donde conoce a una persona muy especial y logra rehacer su vida. La trama principal se desarrolla cuando ella, por razones laborales, debe regresar a la Argentina -después de tantos años, de tantos recuerdos- y justamente a su barrio, a Temperley, a reencontrarse con esos fantasmas que la acosaron en su huida; aunque ya no es la misma persona...¿o si?...

Fue también un momento de un intercambio de preguntas y respuestas muy fluido, pero no solo sobre sus obras sino también sobre sus métodos de escritura y algunos recuerdos más de su Burzaco.

Tramo en video, grabado por Lucila Cayetano (Vecinos por la protección de la ex quinta Rocca)


Vista parcial del público asistente (Foto Lucila Cayetano)

Al finalizar la charla, Claudia dijo unas palabras de agradecimiento al club y al público asistente, y se emocionó; porque ese preciso lugar era muy significativo para ella y también lo eran esos rostros conocidos desde su niñez. Durante toda la velada se generó un clima muy especial que mantuvo constante el recuerdo de sus padres y las vivencias de su infancia. Entonces su voz se quebró y afloraron algunas lágrimas, y en respuesta, recibió un caluroso y afectuoso aplauso de todos los asistentes. Fue un momento muy emotivo para todos.

Procedimos luego a la entrega de regalos. De parte del Club un ramo de flores y de parte de los Vecinos por la protección de la ex quinta Rocca, una bonita planta para que siga floreciendo en su jardín, un buen vino tinto, y el libro "Historia Popular de Burzaco, Tomo III (acompañado también por el tomo I en CD)"; ésta entrega fue en nombre de su autora, Mónica Oporto que no pudo estar presente. Todos obsequios que Claudia agradeció.

Palabras sobre la ex quinta Rocca

También hubo unas palabras relacionadas a nuestro reclamo de proteger el patrimonio natural y arquitectónico de la quinta Rocca, donde va a funcionar la UNAB.  Recordamos que Claudia fue una de las primeras figuras  que nos dio la oportunidad de hacer público nuestro reclamo, en octubre de 2014 (en ese entonces nada se había hecho respecto a la universidad -solo era un proyecto- y el predio estaba en completo abandono), mediante una entrevista radial en el micro que ella tenía en el programa "La vuelta", de radio Continental, conducido por la reconocida periodista María O´ Donnell. Todavía se puede escuchar la entrevista AQUI


Luego, ya cerrando la charla y antes que el público se disperse -y mientras la autora firmaba ejemplares- procedimos a sortear los libros "Elena Sabe"(donado por la librería Casa del Sol, ubicada E. de Adrogué 1093, Adrogué)  y "Una suerte pequeña" (donado por la Boutique del Libro, ubicado en el Shopping Boulevard, Adrogué). A ambas librerías agradecemos sinceramente la deferencia de donar los ejemplares para sortear entre los presentes.

 Fue una tarde magnífica. Más de dos horas de charla, de la gratificante compañía de una de las mas importantes escritoras iberoamericanas contemporáneas que humildemente accedió a brindar su tiempo para no solo contar sobre sus destacadas obras sino también para colaborar en que podamos lograr reunir, junto a todos los asistentes, una buena partida de alimentos no perecederos.

Un hermoso recuerdo para nosotros, los vecinos.
(De izq a der: Felipe Simko, Adriana Schulz, Claudia Piñeiro, Lucila Cayetano y Juan Pablo Gómez).
 Foto de Lucila Cayetano

Agradecimientos.

¡Infinitas gracias a Claudia Piñeiro por su gran aporte!. Fue un honor para este grupo de vecinos poder contar con su colaboración y de este modo poder concretar esta charla tan anhelada; que, esperamos, sea la primera de varias con representantes de la cultura local y nacional. Queremos generar espacios -desde lo vecinal- para concientizar  sobre la importancia de proteger el medio ambiente y el patrimonio cultural e histórico de Alte. Brown.

Por último, y para cerrar, les recuerdo que esto fue organizado por el Club de Burzaco (enorme trabajo de Alejandra y Pablo) y por este grupo de vecinos en el marco del proyecto narrativo que lleva por nombre "Memoria colectiva (Alte Brown)" y tiene por objeto rescatar historias de, en principio, dos lugares emblemáticos por sus características naturales e históricas: Ministro Rivadavia (primer poblado de Alte. Brown) y de la quinta Rocca (antes campo Rocca). La intención es que estas historias las escriban los propios vecinos; historias que de otro modo, quizás, se perderían.

A las librerías "Casa del Sol" (Suc. Adrogué) y "La boutique del libro" (Boulevard Shopping Adrogué)

A los vecinos y vecinas que se acercaron esa inolvidable tarde y acercaron su donación. A la familia que siempre acompaña.

Y al "Colectivo y Cooperativa Las Cavas" por el estupendo trabajo de reciclado que realizan y la tarea social que desarrollan.



Juan Pablo Gómez